En
1870 Rimbaud primero usó el término voyant (vidente) para
identificar a la nueva especie de poetas que tenían que
ser "absolutamente modernos": uno tiene que, creo,
convertirse en un vidente, hacerse uno mismo un vidente, o como Rasmussen
escribió de los esquimales-iglulik: el joven, cuando aspira a
chamán, debe usar siempre la siguiente fórmula -takujumaquama: vine a
ti porque deseo ver- y los esquimales-cobre llamaron al chamán-cantante elik,
es decir, uno que tiene ojos.
Jerome Rothenberg, La poética del chamanismo.
elik 1. participio de eua, esconder; cosa escondida. 2. sirve también de adverbio; a escondidas, en secreto. (Pokom Maya and their Colonial Dictionaries)
Nada sabía de esto cuando en el año 2003 le tomé prestado este nombre a una mujer de una novela de Cees Notteboom, le añadí el apellido Navarro y empecé a firmar así mis creaciones y a entretejer, sin prisas, en la intimidad itinerante de mis sucesivas residencias, la poética de espíritu amateur y bricoleur que se transparenta en esta maqueta de casa del alma.